lunes, 25 de abril de 2011

Valor de la paz

La paz empieza desde adentro, no como quisiéramos verla desde afuera, no depende de las decisiones de los demás sino de lo que llevamos en el interior.



La paz es un  valor que suele perderse con facilidad, empieza con los conflictos de las naciones y tenemos que vivir su consecuencia;  problemas en la familia que a veces nos lleva a una distancia que se nos hace difícil el acercamiento.

Vivimos en una época que se habla mucho de paz y armonía, Sin mencionar que lo mejor de estos ideales esta en el servicio a nuestros semejantes. La paz es fruto de saber escuchar entender las necesidades de los demás antes que las nuestras.





Una de las fuentes de la paz o la guerra se genera en la familia. Los esposos deben ser conscientes que al crear un vínculo conyugal, se comienza a dar la fusión de distintas formas y costumbres de pensar. El arte de convivir, olvidarse del dominio y buscar el justo medio entre las diferencias, trae la armonía como consecuencia.

Como en todos los valores, se requiere iniciativa personal para lograr vivirlos, conciliarnos nosotros mismos y con nuestros semejantes, esa es la paz.

Ahora que se acerca la fiesta de Navidad y un año nuevo 2009. Hoy hagamos la paz con nuestro prójimo y tengamos el propósito de vivirla, primero en nosotros mismos que eso nos lleva a transmitirla a los demás.

María Cristina.

2 comentarios:

  1. Vivir la fraternidad y la armonía entre los seres humanos son los ideales de paz que más se predican, en contraposición al desastre, la guerra y a todo género de conflictos. Pero la paz no comienza desde fuera, sino desde dentro. No depende de las decisiones de altos funcionarios sino de lo que llevamos en el interior.
    La paz es un valor que suele perderse fácilmente de vista. Cuando una nación entra en conflicto con otra y tenemos que vivir sus consecuencias o cuando en la familia los problemas o pleitos comienzan a surgir comenzamos a apreciar el valor que tiene la paz.
    La paz puede verse a nivel internacional o a nivel personal, pero en cualquier perspectiva debemos entender que no surge como producto de un "no meterse con nadie", con un dejar hacer a los demás para que me dejen "vivir en paz". La calma y tranquilidad tampoco se da, necesariamente, como producto de convivir con personas afines.
    Vivimos en una época en la que se habla mucho de armonía y paz interior. Sin embargo pocos mencionan que una de las mejores formas de alcanzar estos ideales es mediante el espíritu de servicio hacia los demás. La paz es el fruto de saber escuchar, de entender las necesidades ajenas antes de las propias.
    Mucho de la paz que podamos vivir con los demás radica en nuestra forma de expresarnos. En algunos momentos tenemos el impulso de hacer notar los errores de nuestros interlocutores sin saber todo lo que tienen que decir, provocando discusiones y resentimientos. Expresar nuestro punto de vista en el momento oportuno, facilita la comunicación y aumenta las posibilidades de superar las dificultades, pues ambas partes se sienten escuchadas.
    Como en todos los valores, se requiere la iniciativa personal para lograr vivirlos. La paz interior surge como un producto del conocimiento propio: aprender a dominar nuestro egoísmo y el deseo de tener siempre la razón; saber escuchar y comprender las debilidades propias y ajenas. Pero sobre todo: pensar en los demás siempre. Cuando esto ocurre conciliamos la paz con nosotros mismos y con nuestros semejantes.

    TW QUIERO MAMI, SORAYA SOLANGE.

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  2. Hola Cristina!!
    El fin de semana estuve fuera de casa, y hoy vi tu correo, por eso no te conteste. Ya me hice seguidora de tú blog. Tienes una música preciosa, gracias por ponerla. Ya sabes, preguntamé siempre que quieras sobre lo que necesites. Si te puedo ayudar te ayudaré. Estamos en contacto. Un millón de abrazos preciosa.

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